Me viste salir
correr hacia el mar
enfriarme en la calle
pero hiciste nada
Escuchaste mis penas
me viste dormir
comiste a mi lado
te burlaste de mí
Te conozco mejor
jugaste al miedo
te robaste mi voz
me ataste las manos
Ahora me llamas
quieres tentarme
conoces mis pasos
y cómo encontrarme
Tu ausencia me gusta
pero si regresas
sabrás que en el fondo
te estuve esperando
y aunque te duela
me verás sonreír
Eduardo
Las eternas idas y venidas en el amor, un juego conocido y gustoso.
ResponderEliminarUn abrazo
ResponderEliminarDe acuerdo Taty. Aunque en esta ocasión se me ocurrió escribirle a la soledad, a mi soledad.