(Capítulo anterior: 7. Vámonos a casa Primer capítulo: 1. Fuego interno ) Abriste los ojos un catorce de febrero. ¿Recuerdas que preguntaste por Tarzán? Te extrañó mucho, siempre aullaba puntualmente a las siete de la noche, hora en que solías llegar a casa para ver televisión con él. Todo el tiempo estuve convencida de que nos escuchabas y que te preocupabas en silencio por todos nosotros. Quiero imaginar que estos meses tomaste lo que todos algún momento queremos: tiempo para nosotros mismos, para pensar en todo lo que no podemos mientras tenemos al resto encima.