Cuando éstas líneas lleguen a tus ojos, a tus oídos o a tus labios, será demasiado tarde. Y ya no importará. Como aquellas tardes en que me quedé sin lágrimas de tanto extrañarte. No importa más. Ni las aventuras bajo sábanas ajenas en mis vanos intentos por olvidarte. Mucho menos las caricias que como un tonto comparé con las tuyas. Inevitablemente. Besos para olvidarte, que dejé ya en el olvido.
Pero si en esos días oscuros me hubieses llamado, te juro me habría bastado una palabra, un sólo susurro de tu voz, para volver resuelto a tus brazos y suplicarte que no te vuelvas a ir, que podríamos comenzar de nuevo. Que lo nuestro duraría para siempre. Pero el tiempo ha decidido por nosotros. Todo ha terminado.
Pero si en esos días oscuros me hubieses llamado, te juro me habría bastado una palabra, un sólo susurro de tu voz, para volver resuelto a tus brazos y suplicarte que no te vuelvas a ir, que podríamos comenzar de nuevo. Que lo nuestro duraría para siempre. Pero el tiempo ha decidido por nosotros. Todo ha terminado.
** Unas breves (y atribuladas) líneas escritas hace varios años. Aprovecho para saludarles, estoy sano y salvo, espero ustedes también. Hasta la próxima publicación, nos vemos en las redes sociales, los links están más abajo ;) **
Es cierto. Hay veces en que ya es tarde y no se puede arreglar lo que se rompió. Un beso!!!
ResponderEliminarY hay también fracturas que se notan aún después de arreglarse. Gracias por pasar y leer, besos!!
EliminarCuando se terminó no hay nada que hacer. Y no sé si es sano querer volver.
ResponderEliminarSaludos.
A veces la segunda oportunidad es tan incomprendida, a veces tan necesaria. Un saludo Raúl Omar.
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