Cambio. Una palabra que puede despertar emociones distintas, desde el entusiasmo hasta el temor. Cuando nació ViaexProsa tuvo como primer diseño un estilo "bloguero", lleno de animaciones gif, contadores de visitas y demás adornos que ocupaban espacio y hacían difícil la concentración en el contenido. El pasar de los años hizo que simplificaramos el diseño del sitio hasta la versión actual, manteniendo obviamente el espíritu de seguir publicando aquello que queríamos expresar (por algo "Digitalizando inspiración" es nuestro eslogan).
Una de las pocas cosas a nivel diseño que quedaron sin cambiar fue nuestro logo del triángulo doble, que representaba la dirección a la que queríamos ir, siempre adelante, al mismo tiempo que parecia el botón de PLAY de los reproductores multimedia, un sentido de interacción y contenido. Nunca llegó a convencer del todo. Luego de publicar un cuento, un poema o un podcast, al ver el resultado final siempre estaba ahí, muy sobrio y con pinta de logo de corporación noventera, nuestro poco ponderado logo.
Hasta que la idea llegó, precisamente, con la forma de una idea. Los sueños, la creatividad y las ideas vienen representadas casi siempre con la forma de una nube. Teníamos el 50% del concepto con la nube del color de nuestro azul característico y faltaba el contenido, porque una idea vacía no es un buen mensaje. Fue entonces que vino la exclamación para darle el 50% que se necesitaba. Una exclamación se hace también cuando se sorprende y ésa era la clave: nunca dejar de sorprendernos. Los ojos creativos, la mente abierta y el espíritu de niño, como lo mencionaba en la Carta a Mafalda, son las características que nos hacen humanos y que llevan este mundo a seguir avanzando. Teníamos el concepto precedente de apuntar hacia adelante y le añadimos imaginación vestida de sorpresa.
Un divertido proceso creativo que quería compartir hoy que acabamos de terminar de actualizar todos nuestros perfiles en redes sociales con la nubecita. Espero que inspire a alguien a atreverse al cambio y a imaginar, que todos alguna vez fuimos niños.
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