(Capítulo anterior: 2. La noche es frágil Primer capítulo: 1. Cuestión de tiempo ) Via della Conciliazione. Roma- Italia Daniela buscaba su iPod dentro de su cartera mientras el taxi avanzaba por las bohemias y no siempre limpias calles de la ciudad. Luego de colgarle el teléfono a Mariano, no había recibido más llamadas. Se percató de que su blusa no estaba completamente cerrada y se apresuró en abotonarse. A través de sus audífonos escuchaba las primeras notas de una canción que había cantado hace unas semanas junto a Mariano en un karaoke. Sonrió un poco y miró por la ventana, recordando la escena. No pasó mucho para que, tras un suspiro, comenzara a llorar. “Nunca llores por un idiota” - le había aconsejado a una amiga hace poco, era el momento de escuchar sus propias palabras y hacer lo mismo.