Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2010

Cuando regreses: 3. Cuenta conmigo

(Capítulo anterior: 2. Volver a verte Primer capítulo:  1. Fuego interno ) - Disculpe Señor, no se permite el ingreso de la prensa. - No soy reportero, vengo por mi familia. - Tiene que esperar en esta sala. Descontento con la respuesta de la enfermera y angustiado, Alejandro caminó hacia la puerta de salida de la clínica. Vio llegar otra ambulancia con más afectados del incendio. Afuera ya se iba apostando gente de prensa. Miró por el televisor de la sala de recepción la transmisión en vivo del siniestro. Hablaban de una explosión y de decenas de heridos. Y se reconoció corriendo tras la ambulancia en una de las repeticiones.

Cuando regreses: 2. Volver a verte

(Primer capítulo: 1. Fuego Interno )   Iglesia Virgen Milagrosa. Miraflores, Lima - Perú Cuando Alejandro conoció a Paloma, ella estaba de la mano de otro hombre. Se los veía felices, parecían disfrutar de la mejor de sus etapas como enamorados. - ¿Te mueres por ella no? - Es simpática pero nada más. - Voy a tomar una foto de tu cara cuando la ves pasar. - ¿Cuál cara, estás loca? - A no ser que estés viendo al enamorado, jajaja. - Ah estás graciosa.

Cuando regreses: 1. Fuego interno

El viernes empezó agitado para Alejandro. Su celular timbró desde muy temprano con llamadas de todo tipo: reunión de emergencia en la sala de prensa de un conocido diario -donde colaboraba como independiente-, deuda vencida con el banco, confirmación de almuerzo con unos amigos y hasta de un número equivocado.

Bienvenida

La veo descansando entre mis brazos en mi cuello sus cabellos enredados labios juntos como su pecho al mío me pregunto si estoy en sus sueños A dónde la llevarán sus pasos si la conocí buscando felicidad vendrá conmigo o irá hacia mí para secarle sus ojos, besar su boca Suspiro su nombre y presiento que agotaré su recuerdo entre versos una canción ha nacido esta noche su bienvenida a mi corazón A dónde la llevarán sus pasos si nos conocimos sin buscarnos iré con ella o seguiré adelante secando mis ojos besando su boca en silencio

Soledad

  Me viste salir correr hacia el mar enfriarme en la calle pero hiciste nada Escuchaste mis penas me viste dormir comiste a mi lado te burlaste de mí Te conozco mejor jugaste al miedo te robaste mi voz me ataste las manos Ahora me llamas quieres tentarme conoces mis pasos y cómo encontrarme Tu ausencia me gusta pero si regresas sabrás que en el fondo te estuve esperando y aunque te duela me verás sonreír Eduardo

Pide un deseo

De día o de noche cerrando los ojos mientras caminas entre tus sueños Bajo el calor contra las sombras hacia la brisa sobre las olas Frente al espejo y sonriendo por la mañana si lo prefieres Mirando al cielo entre la lluvia o manejando bajo la luna Por un abrazo o por un beso por reencontrarnos y enamorarnos pide un deseo Eduardo

No me conoces [cuento de terror]

Gonzalo se dio cuenta de que estaba solo en la oficina. No era la primera vez que le pasaba, ya en otras oportunidades sus colegas habían salido sin despedirse. Quizás esta vez sí lo habían hecho, pero él solía abstraerse tanto frente a la pantalla de su computadora que el mundo real pasaba a un segundo plano. Se restregó los ojos y tomó el último sorbo de su Coca Cola ya caliente. Miró el reloj de su escritorio: ocho y cuarenta y seis de la noche. Había un sido un día largo y pesado pero ya era viernes, momento de relajarse.

Una ola no se repite: 6. Un nuevo camino

(Capítulo anterior: 5. Te voy a extrañar P rimer capítulo:  1. La primera impresión )  Avenida Pardo. Miraflores, Lima - Perú Luces, sombras y música a alto volumen enmarcaban la escena. A pocos metros Sandra no podía creer lo que veía: su mejor amiga estaba abrazada y llorando ante un perfecto desconocido. Fernando y Mario voltearon a ver, sintiendo envidia casi de inmediato: Diego había conseguido sin esfuerzo aparente a una chica mil veces mejor que todas las que estaban en la mesa con ellos. Dirigieron miradas disimuladas pero obscenas sobre la silueta de Valeria y se encargaron de hacer espacio en los muebles por si ella y su amiga se animaban a unirse al grupo. .

Una ola no se repite: 5. Te voy a extrañar

(Capítulo anterior: 4. Valeria Primer capítulo: 1. La primera impresión ) Edificio Parquemar. Miraflores, Lima - Perú Diego quedó con la boca tan abierta que, de haber estado en la selva, seguramente habría servido como nido o escondite de mosquitos y demás insectos voladores. En ese momento no sabía si saltar de la alegría o saltar del puente. Enterarse repentinamente que podría ser papá y sin haberlo planeado provocó en él una serie de reacciones internas - frío, mareos, náuseas- que solo pudieron ser expresadas con ese gesto cuasi idiota en su cara. Las personas que pasaban por ahí - en su mayoría parejas de enamorados - lo miraban de reojo como adivinando que la noticia que acababa de recibir ese chico no eran del todo buenas, al menos no para él. Tras unos segundos de silencio que le parecieron eternos, atinó a decir unas palabras.

Una ola no se repite: 4. Valeria

(Capítulo anterior: 3. Tenemos que hablar Primer capítulo: 1. La primera impresión Preparen popcorn!! ) La Costa Verde. Miraflores, Lima - Perú El día que le propusieron matrimonio tenía puesta la sonrisa más cautivadora jamás vista. Ni en sus sueños de niña imaginó que un desayuno en la cama durante un fin de semana en un club campestre vendría acompañado de un anillo escondido en una tacita blanca de azúcar. De sus labios humedecidos por algunas lágrimas de felicidad salieron palabras cortas, pero hermosas como ella. " Mi amor, sí ...¡Sí!" Logró decir mientras abrazaba a su hombre. Marco Rebatta - quién lo diría - sería quien llevaría a la encantadora Valeria al altar.

Una ola no se repite: 3. Tenemos que hablar

(Capítulo anterior:  2. Miradas perdidas Primer capítulo:   1. La primera impresión ) Puente de los suspiros. Barranco, Lima - Perú El sábado Diego durmió hasta el mediodía. Su descanso pudo haber durado más si no fuera por las insistentes llamadas de Fernando y Mario, que preocupados querían saber si había llegado bien a casa. Ya con los ojos abiertos, contestó el celular apenas escuchó que timbraba por enésima vez. Era Mario. - ¿Aló? - Puta por fin respondes. ¿Dónde estás? - En mi cama. - Anoche te desapareciste huevón, estábamos preocupados por tí. - No creo, pero ya estaba mal, me fuí solo. - Te la perdiste, conocimos a unas chibolas de la Católica. Hoy volveremos a salir. ¿Te apuntas? - No jodas, otro día más no puedo - Uno que se preocupa por tí y así me tratas. Sigue durmiendo, me llamas si te animas. - OK te llamo. Chau.

Donde todo empezó

Un día como éste perdí la razón entre las olas y el viento en una noche de invierno con la mirada en sus labios en el momento perfecto Y pregunto hoy al mar cómplice de mi arrebato si ella piensa en mí si me he colado en sus sueños o si me ha visto de lejos y ha sonreído sabiendo que estoy a su lado Podrías decirle si la ves que me muero por besarla que daría lo que sea por cuidar su corazón apostando mi destino para verla sonreír Y si preguntas mi razón Es la forma en que me mira lo que me hace sentir es el tomar sus manos frías y calentarlas con las mías no hay mejor forma de vivir Eduardo Y porque hace un año, un 10 de Julio , fui muy feliz.

No me olvides

Conserva mi fotografía y el cristal que nos separa no me guardes como al libro cuyas hojas desgastadas se congelan en su tiempo resignadas al olvido Y si algún día me guardas que sea cariño por lo que una vez tuvimos resérvame un espacio junto a tus latidos Ha pasado el tiempo aumentó nuestra distancia las miradas son distintas la respiración más baja y los labios tan ajenos Pero estás en mis versos retratada para siempre enmarcada con mis manos apreciada aquí en mi pecho Conserva mi fotografía y el cristal que nos separa no podremos ser ajenos porque el hombre que ahí posa te amó como a su vida Eduardo

Una ola no se repite: 2. Miradas perdidas

(Primer capítulo:  1. La primera impresión ) Valeria trató de no parecer sorprendida para no avergonzar más a Diego, quien ágilmente se puso de pie y esbozó una sonrisa, disimulando inútilmente su ebriedad. -¿Qué te pasó? -Nada malo. Me eché un rato a esperar a mis amigos -¿Ellos están por acá? Diego estuvo a punto de preguntarle la hora pero iba a quedar peor, entonces sacó su celular fingiendo recibir una llamada y se fijó en la pantalla: Cuatro y cincuenta y seis. Muy tarde para ser de noche, muy temprano para ser de día. Se encogió de hombros haciendo saber a Valeria que sus amigos no vendrían por él. Se dio cuenta también que ella estaba algo inquieta, quizá incomoda.

Una ola no se repite: 1. La primera impresión

-Buenas tardes señorita vengo por la entrevista, me citaron a esta hora. -Hola, ¿Cuál es tu nombre? -Diego Castillo -Toma asiento por favor, voy a avisar que estás aquí. -Gracias, yo espero.

De haberlo sabido

De haber sabido que la rosa que juntos sembramos y vimos crecer se marchitaría la habría cuidado como se cuida una promesa de haberlo sabido Que de tus labios saldrían palabras inolvidables esas que causan el insomnio que enfrían el café de la mañana los habría cerrado con un beso para calmar las aguas para empezar de nuevo Que tras despedirnos no nos veríamos más habría hecho más largo nuestro abrazo te habría dicho las palabras correctas besado tus manos que me adoraron De haber sabido que un día como hoy cerrarías tus ojos de repente para no abrirlos más y que no estaría junto a tí habría tomado un vuelo el primer vuelo para decirte que nunca te fuiste de mi vida que mis latidos repiten tu nombre que me haces falta que aún te amo de haberlo sabido Eduardo

Todo sucede por algo

Tengo un discurso para tí pendiente en mi mente las palabras ya elegidas como rosas que combinan con tus labios Me pasa que te busco en mi cama cada mañana al despertar inconsciente hace algún tiempo conservo tu lado casi intacto Si el conocerte fue toda una experiencia tocar tus labios me acercó al cielo acariciarte se me hizo una aventura al respirar juntos se hizo una canción Encuentro algo de tí en todas partes pero nunca a alguien como tú dicen que todo sucede por algo eres lo mejor que me ha pasado cuando llega tu momento no lo piensas sólo sientes y el mundo que siga girando En mi mente las palabras ya elegidas como rosas que combinan con tus labios me acercaré a tí como el primer día compartiendo el mismo aire con una frase que lleve tu nombre y un beso que te dure por siempre Eduardo Porque sé que te encanta ésta canción. Coldplay - The Scientist.

Así la encontré

Jugaba con su cabello distraída cantaba en silencio una canción que alguna vez le dedicaron dibujó su nombre en un papel líneas suaves y traviesas versión impresa de su alma Así distraída la encontré contagiándome su risa provocando trasnochadas haciendo mías sus historias extraviando las miradas una noche así me enamoré Mis pasos que me llevaron a cruzarme en su camino avanzaron sin tropiezo alcanzando bien su ritmo y de tanto parar juntos caímos con el mismo resfriado Dame vida un nuevo día para sentirla en mi pecho saborear su perfume si a mi lado la tengo que me escuche cantarle con la voz encendida que me muero por ella Es que distraída la encontré contagiándome su risa provocando trasnochadas haciendo suyas mis historias extraviando las miradas una noche así me enamoré

Vértigo

He buscado en la simpleza la manera de explicarte mi silencio si me sientes diferente es el tiempo que ha pasado el calendario marcó un día pero mi noche ayer duró por siempre Mis labios que te adoraron hoy resisten la embestida de palabras que se estrellan como olas pero prefiero mirarte tatuándote completa a mi memoria como presagio de mi despedida Si alguna vez te preguntaste qué sería de nosotros si saltábamos de lo más alto de la esperanza para nunca dejar de caer pues me sigue dando vértigo ver tu nombre llamando saber que estás conmigo sin verte me pregunto si te pasa lo mismo Hoy fue más fácil despertar sabiendo que iría a buscarte me sentirás diferente y lo sé el tiempo dirá si me equivoco sólo te aseguro que mantengo las ganas de envolverte en mi cariño y que mis versos vuelvan a tus oídos te daré de nuevo el primer beso y alguna mañana, quizás ésta volveré a decir que te amo Eduardo

Cuánto al tiempo

No hay mal tiempo para la ilusión el amor ocurre y no espera Como los pasos o latidos no se cuentan los minutos si se trata de estar juntos tampoco el número de versos no hay umbral para el exceso ni lo que dura el primer beso El verano que ha pasado cuántas lágrimas secaron cuántas manos se han juntado cuántos libros se han cerrado quién dice ahora nosotros sólo quienes arriesgaron Así el tiempo sin reparo toma vida en cada respiro cuánto darías tú por detenerlo si va corriendo justo ahora a ver intenta retrocederlo No hay mal tiempo para la ilusión el amor ocurre y no espera pero amor yo estoy esperando lo que duró nuestro primer beso para que cierres tu libro para terminar nuestro verano y juntar al fin nuestras manos Eduardo

Ante tu ausencia

Dime si la lluvia te ha tocado que en ella has sentido mis manos dime que escuchaste mi voz que has brindado en mi nombre Cuéntame si hemos dormido como anoche prometimos si en sueños coincidimos escucha nuevamente esa canción que bailar nos la debemos Aunque caigan las tardes y se pierdan los colores son más días los que pasan menos días los que faltan más se agita el corazón Dime si la lluvia te ha tocado que en ella sentiste mis manos que la espera ha terminado podré entonces escuchar tu voz decir que brindaste en mi nombre Eduardo

Personalmente III

Que vengan a mis días noches sin dormir refugiado en un abrazo cobijado y en silencio rendido a mi destino Quiero un amor libre de verano para invierno que me tome de la mano me robe un beso comparta mis sueños me quite el aliento que traiga la calma y encienda mi fuego Esta guía de libertad de vida y de confianza me abre al mundo me confiesa me delata como el deseo de sentir que es transparente como las ganas de amar de entregarse para siempre Eduardo