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Mostrando entradas de 2011

Crónica italiana: 6. Ojos Azules

(Capítulo anterior: 5. Dile Primer capítulo: 1. Cuestión de tiempo ) “Cuando tomaste una maleta y partiste en busca de tu hermano, admito que ese día morí un poco por dentro. Los años contigo - ahora lejanos - me acostumbraron a tu sonrisa espontánea, a tu voz ronquita, a tus bromas tontas. Fue recién después que me llamaste de madrugada para despedirte cuando me di cuenta que era demasiado tarde para decirte que no quería ser más tu amigo, que te amaba, que te seguiría a donde vayas y - sin importarme el lugar - podría hacerte feliz. Pero como siempre, la voz de mi corazón fue tan débil que se perdió en el aire y lo único que me escuchaste decir fue un “cuídate mucho, llámame si me necesitas”. ¿Por qué te fuiste Ojos Azules? ¿Por qué me dejaste aquí con los sueños que tenía para nosotros? 

Nos encontramos

Nos encontramos  como dos nubes locas  en un cielo de invierno  nuestras manos cruzamos  Contra el frío de tormenta  compartimos las miradas  sin mediar vanas palabras  en el tiempo nos perdimos  Sonreímos y cantamos  con la luna de testigo  y ese mar embravecido  nos enamoramos  Nos encontramos  aunque daría yo la vida  por volver a encontrarnos  como quien no esfuerza  echar moneda al destino  mas saber que nos buscamos  detrás del océano  en una puesta de sol  embriagados de rocío en primavera  Como aquel día  que con tus ojos caramelo  me prometiste volverías  para contar las estrellas  hacer de rosas tu vestido  cubrir el cielo con tus sueños  juntar tus labios con los míos

Crónica italiana: 5. Dile

( Capítulo anterior: 4. Sálvame Primer capítulo: 1. Cuestión de tiempo ) Puente Vittorio Emanuele II. Roma - Italia (©Settemuse.it) Daniela conversaba y fumaba con unos colegas afuera del edificio de la empresa. Estaba más tranquila. El fin de semana había decidido dejar apagado su celular, no encender la laptop y aceptar la invitación de una amiga para estar en la casa de campo de sus padres, a una hora y media de Milán. Se sintió muy a gusto, no se veían hace mucho tiempo y el sábado por la noche, luego de varias copas de vino, le contó entre lágrimas lo de Mariano. Le hizo bien desahogarse, recibir un abrazo, sentirse querida.

Mientras sueñas

La distancia entre un beso y mis abrazos no la contamos que cuando de ello más pensamos nos alejamos pero confieso Que al pensar en ti siento conmigo tu perfume tu piel dorada sobre mi aunque el silencio cruel me abrume me hará más fuerte salvar palabras y las ganas para al volver a verte tocar la luna entre las sábanas Abre los ojos, corazón mírame adentro mantén esa sonrisa de emoción por nuestro encuentro que mientras sueñas con tulipanes cayendo cual gotas pequeñas de un cielo abierto yo estoy despierto volviendo tu recuerdo en poesía Hasta que nos llegue el día que tras un beso interminable me perdones los momentos que perdí diga qué tanto me faltaste que eres lo que siempre pedí

Crónica italiana: 4. Sálvame

(Capítulo anterior : 3. Nos vemos en Roma Primer capítulo: 1. Cuestión de tiempo ) Castello Sant'Angelo. Roma - Italia Mariano revisó su celular, intuyendo lo que podría haber provocado la actitud de Daniela. Efectivamente la llamada contestada de Francesca, su ex novia, estaba registrada. “Qué mierda le habrá dicho a Daniela esta loca” – murmuraba mientras marcaba el número. -          Hola amor, te sigo esperando, ¿Por qué me colgaste? -          No puedes seguir llamándome así, Fran. Lo sabes. -          Te digo amor porque te quiero, ¿Acaso tú no? -          Pero es diferente, ya hemos conversado tantas veces esto. -          Dime, ¿Vendrás? -          Estoy en tu casa en veinte minutos. -          Qué lindo, yo estoy lista. -          Bueno, nos vemos. -          Bye amorcito… Las cosas estaban saliéndose de control. Se le terminaron las excusas para evitar sus invitaciones a cenar o tomar algo. Mariano se había convencido de que esa noche

Crónica italiana: 3. Nos vemos en Roma

(Capítulo anterior: 2. La noche es frágil Primer capítulo: 1. Cuestión de tiempo ) Via della Conciliazione. Roma- Italia Daniela buscaba su iPod dentro de su cartera mientras el taxi avanzaba por las bohemias y no siempre limpias calles de la ciudad. Luego de colgarle el teléfono a Mariano, no había recibido más llamadas. Se percató de que su blusa no estaba completamente cerrada y se apresuró en abotonarse. A través de sus audífonos escuchaba las primeras notas de una canción que había cantado hace unas semanas junto a Mariano en un karaoke. Sonrió un poco y miró por la ventana, recordando la escena. No pasó mucho para que, tras un suspiro, comenzara a llorar. “Nunca llores por un idiota” - le había aconsejado a una amiga hace poco, era el momento de escuchar sus propias palabras y hacer lo mismo.

Crónica italiana: 2. La noche es frágil

(Primer capítulo: 1. Cuestión de tiempo ) Colonne di San Lorenzo. Milano - Italia El agua estaba helada y aunque el canal no era tan alto ni la corriente fuerte, el peso de su ropa le hacia difícil alcanzar a la joven que estaba con la cabeza sumergida. Parecía inconsciente cuando logró alzarla fuera del agua pero casi de inmediato ella reaccionó y se soltó. Era claro que no sabía nadar y la caída le había provocado algunas heridas. “Quizá tomó tanto como yo ayer” – pensaba mientras volvía a intentar llevarla a la orilla. Esta vez ella se aferró muy fuerte de su brazo izquierdo. Cuando parecían alcanzar tierra Pietro sintió un dolor muy fuerte en una de sus piernas. “¡¡Mierda, calambre!!”. Haciendo un gran esfuerzo, tragando agua, consiguió llegar al borde del canal. Fueron luego minutos largos en los que ambos permanecieron tendidos en el suelo, exhaustos.

Crónica italiana: 1. Cuestión de tiempo

Naviglio Grande. Milán - Italia "La fuerza de mi amor por ti contra el viento del olvido. Venceremos!" Para Pietro fue difícil dejar Madrid. Sentía que tenía muchas cosas pendientes, pero ningún plan para concretarlas. Una tarde de Junio se despidió de sus padres para irse a trabajar por tiempo indefinido a Milán. Su madre, una bella señora genovesa, siempre le aconsejó irse allá para hacer dinero. “ Pero no te acostumbres ” – solía decirle al final – quizás con la esperanza de que su único hijo pueda hacer una vida en Madrid cerca de ella.

Qué haré sin ti

Sentado entre el día y la noche que iluminada se hace infinita marco la fecha de tu llegada aniversario de mi locura Me gusta imaginarte apareciendo súbito, de prisa cuerpo moldeado ojos de caramelo cabellos al viento vestido morado a regalarme tu sonrisa Porque extraño besar tus manos cantar contigo en invierno en silencio amarnos dormir para volver a vernos Si supieras como paso mis noches mirando pensativo al mismo cielo deseando que la estrella que me vio llorar te acompañe en tu regreso Estás conmigo en un suspiro muy cerca amor a mi pecho en la forma de un oso de peluche conservándote para mis sueños Qué haré sin ti este día ahogarme entre libros naufragar mil idiomas y cuando llegue a ti volveremos a jugar con el absurdo sabiendo que estaremos juntos sin que nada nos separe

I Concurso "Capítulo abierto"

ACTUALIZACIÓN:   Gracias a todos quienes participaron, no esperaba tan buena acogida al ser el primer concurso. Vendrán más y mejores!  Mención muy especial a FGammadis y Beltran por el excelente aporte, de igual forma todos los demás participantes quienes quedan inscritos para sorteos y sorpresas.  A continuación, el relato final ganador (Es el texto que sigue después de la marca *** ). Te invitamos a participar de este primer concurso en el que tu creatividad y originalidad serán premiadas. Es sencillo, solo debes leer el relato a continuación (que está incompleto) y darle un final. ¡El mejor cierre de historia ser á  premiado con un reproductor mp4! Envia un email con tu final del relato a concurso@viaexprosa.com y el Viernes 27 de Mayo 2011 publicaremos la historia completa junto con el nombre del ganador(a). Participan los correos recibidos desde hoy hasta el Jueves 26 a las 20:00 horas (GMT -05:00) . Además todos los que participen y/o se suscriban a ViaexProsa podr

Huellas impares

Caminé hasta la orilla me empapé de mar llené mis pulmones brisa y humedad y al final de la playa te escuché cantar Sin mirar atrás fui tras tus pasos al calor de tus manos salté cada charco me topé con piedras sané mis heridas Y llegué a tu lado con ropa mojada me diste abrigo luz a mis ojos refugio en tu vida ¡Te había encontrado! Bailamos de noche tú, yo y la luna contigo bastaba la arena impregnada de huellas impares amor y detalles Que no se detenga el tiempo contigo que siga llegando canción y locura secretos de noche caramelo de labios Porque Cuando llegué a tu lado con ropa mojada y abrigo me diste Luz de mis ojos refugio en mi vida ya te había encontrado Eduardo

Cuando regreses: 8. Si preguntas

(Capítulo anterior: 7. Vámonos a casa Primer capítulo: 1. Fuego interno ) Abriste los ojos un catorce de febrero. ¿Recuerdas que preguntaste por Tarzán? Te extrañó mucho, siempre aullaba puntualmente a las siete de la noche, hora en que solías llegar a casa para ver televisión con él. Todo el tiempo estuve convencida de que nos escuchabas y que te preocupabas en silencio por todos nosotros. Quiero imaginar que estos meses tomaste lo que todos algún momento queremos: tiempo para nosotros mismos, para pensar en todo lo que no podemos mientras tenemos al resto encima.

Cuando regreses: 7. Vámonos a casa

(Capítulo anterior: 6. Noche eterna Primer capítulo:  1. Fuego interno ) La desesperación se apoderó de la gente. Los bomberos y la policía acordonaron el lugar a mayor distancia de las casas destruidas para evitar más heridos y poder acelerar las tareas de rescate. Paloma era empujada por la masa -periodistas,  curiosos y aquellos que pudieron escapar a tiempo del desplome. Sintió que el calor y agitación la asfixiaban. Le invadió el pánico. Emitiendo un sonido apagado, alzó los brazos agitándolos y se desmayó.

Cuando regreses: 6. Noche eterna

(Capítulo anterior: 5. Palabras en el aire P rimer capítulo:  1. Fuego interno ) -         Detrás de la cinta amarilla por favor. -         Somos de la prensa. -         Y yo de la policía, ahora haga lo que le pido. Frente a una muchedumbre cada vez más numerosa, un grupo de rescatistas rodeaba el viejo gran solar derrumbado, algunos estaban acompañados por perros adiestrados que apuntaban sus hocicos hacia los escombros. Algunos muros y columnas estaban aún de pie.  Eran más de doscientos metros cuadrados de desolación.